La niña santa
La niña santa (2004) es una película de cooproducción Argentina. España e Italia. Fue invitada a participar en el festival de Cannes y nominada a cuatro cóndores de plata, premio otorgado por la Asociación de Críticos Cinematográficos de Argentina. Dirigida y escrita por Lucrecia Martel.
LUCRECIA MARTEL
La inspiración, la inclinación o la vocación es lo que muchos sienten al alabar a un ser superior. ¿Las clases de religión en una escuela ayuda a que los alumnos sientan vocación hacia Dios? La niña santa, inicia entorno a las conversaciones que se establece por parte de una maestra, siendo su tema principal “la vocación” ¿Qué quiere Dios de mí? Es la pregunta que quizás muchos se han preguntado.
Amalia, josefina y el doctor Jano son los protagonistas de esta película. Amalia es una chica de piel blanca, estatura mediana que se encuentra atrapada en una confusa red de frustración, deseo y anticipación, sin estar segura de sí, está errada del lado del pecado o del servicio vocacional. Su amiga Josefina una chica de estatura alta y delgada es quien le susurra y distrae a Amalia en todas sus clases de religión.
Esta película se desarrolla en un contexto de instrucción en la fe católica y los esfuerzos de su maestra para inspirar a Amalia y sus amigos con fervor religioso y una vocación para salvar a otros del pecado. Nos da cuenta una erótica situación del despertar de una joven a un mundo para el que parece no estar preparada. La directora Lucrecia Martel, combina una mezcla de religión y erotismo en la narrativa de la película.
Las expectativas de la directora reúnen un reparto interesante para contar una historia donde los personajes están llenos de temores, deseos, límites y algunas esperanzas. Esto se mantiene enfrascado y ninguno explora. La niña santa logra una sensación de encierro, de ahogo y una provocación incomoda en el espectador.
La provocación que Amalia empieza a tramar cuando el doctor Jano llega al hotel donde Amalia vive, ella siente que tiene una misión que es librar del pecado a ese hombre que está seduciendo a su madre. A partir de esto toda la película tiene una tensión, a la expectativa de saber que logrará Amalia al seducir al doctor. Los planos detalle son adecuados para las escenas cuando el doctor le toca las nalgas a Amalia, o el otro momento es en el ascensor cuando Amalia acerca sus manos a las del doctor. A partir de los estos planos detalles logran trasmitir la sensación de Amalia.
El ritmo que lleva a cabo la narrativa, el papel de los personajes, los diálogos abiertos, todo esto la directora lo logra mostrarlo con mucha naturalidad, que parece muy real. Deja que los deseos de cada personaje lleven el hilo narrativo en la historia, es como si todos estuvieran en la misma situación, pero al final de cuentas todos tienen diferentes deseos. Los diálogos y las acciones pesadas, la directora las guía muy sutilmente, tejiendo relaciones de maneras perversas pero naturalizada. La importancia del dialogo para cada sustantivo cae por el poder las imágenes. En el montaje logra crear una atmosfera que parece totalmente ambigua y sensorial pero que establece una buena trama.
La película contribuye una carga emotiva de imágenes, una buena trama, mostrando el encierro de un hotel, una constante sugestión de la sexualidad, la coquetería, la sensualidad, el deseo y la esperanza. La directora argentina desarrolla una historia caótica, una historia llena de deseos o misiones confusas que puede tener un ser humano que inciden a sus acciones. La directora logro comunicar un tema religioso y erótico, una realidad planteada desde los prejuicios y estereotipos comunes en la sociedad.
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